sábado, 30 de diciembre de 2017

CLASES PARTICULARES

A Vanesa la conocí en una AVE Madrid-Sevilla. Escultural, sensual y veinteañera, me zarandeó la libido cuando me dijo con cierta timidez que estaba dispuesta a aprender todo lo que le quisiera enseñar. Me propuse que antes de llegar a Ciudad Real ya conocería los clásicos: el sesenta y nueve, el misionero, el balancín…; aprovechando la cercanía, la pondría también a mirar a Cuenca. En el tramo hasta Córdoba le enseñaría otras posturas más exquisitas: el carrete, la milhoja, el candado…; y antes de llegar a Santa Justa ya habríamos probado el molde, el caracol, la sirena… Bueno, lo tuve que dejar para otro viaje; esa vez me limité a las nociones básicas de conducción en su primer día de prácticas ferroviarias.



(Relato con el que participé en el Monstruoscopio, de Esta Noche Te Cuento, sobre la lujuria y con el seudónimo de Sarcófago).

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