viernes, 8 de septiembre de 2017

DIARIO DE UN NAÚFRAGO

Último día.

Por fin, hoy, sucedió lo que nunca hubiéramos imaginado que pudiera ocurrir. Han sido varios meses, los tres solos, a la deriva en este océano húmedo y sombrío. Desorientados, sin horizonte ni rumbo. Menos mal que el alimento nunca nos faltó, sin embargo, el espacio era justo y apenas podíamos movernos para cambiar de postura. Por su gran parecido, siempre he pensado que ellos son hermanos. Solo nos comunicamos con la mirada, ocupados como estamos en nuestra propia supervivencia; además, parece evidente que, en estas circunstancias, difícilmente nos entenderíamos; ya habrá tiempo más adelante, cuando aprendamos una misma lengua.

Todo ha empezado muy temprano. La monótona calma quedó quebrada por una tremenda tempestad que nos zarandeaba con convulsiones intermitentes, cada vez más intensas, que amenazaban con un estallido. 

En el momento más álgido de la tormenta noto que alguien me agarra de los pies y tira con fuerza. 


Primer día.

Entonces, oigo las primeras palabras:

–Este venía de nalgas, vamos a por los otros dos.



(Relato ganador en el concurso de La Radio en Colectivo, de Mislata Radio y Valencia Escribe).

No hay comentarios:

Publicar un comentario