sábado, 1 de julio de 2017

BOICOT

Esta vez se plantó. Había sido obediente y disciplinado desde que se les ocurrió cambiar la hora dos veces al año, hace ya mucho tiempo. Al principio le vino bien salir de aquella monotonía y desacompasarse con los relojes, pero conforme se fue haciendo mayor empezó a añorar la tranquilidad y seguridad que dan los hábitos que se convierten en costumbre; así que la mañana del primer sábado de la recién estrenada primavera, poco después del equicoccio, en la que habían programado que empezara a trabajar una hora más tarde, el astro rey, con desafiante orgullo, se negó a cambiar su rutina y se presentó a la cita en el horario habitual. Autoridades y científicos se miraron confundidos.



#historiasconorgullo
(Relato presentado al concurso Historias con Orgullo, de Zenda).

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