Las mañanas, si no llueve, suelen ser doradas y cálidas. Ideales para llevar a los colegiales de excursión, para las tertulias de los ancianos en la plaza, para que los operarios vayan caminando hasta la central o para que, quien tenga vacaciones, se acerque hasta el lago a pescar. Como antiguamente. Como antes del accidente del reactor 4.
(Relato presentado al concurso Relatos en Cadena, de la SER. Frase de inicio obligada: Las mañanas, si no llueve).
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