jueves, 16 de octubre de 2014

CON OTRA MIRADA

    Lo había intentado todo, pero todo había resultado reiteradamente inútil. Y no fue porque me faltara voluntad o perseverancia; durante más de veinte años seguí, de forma estricta, las pautas establecidas, con resultados siempre efímeros. A cada propuesta, nuevas esperanzas, renovados ímpetus, y al final, la persistente frustrante decepción.


   Con ninguna dieta conseguí librarme de los kilos que me sobraban. Con la de los astronautas me salían manchas en las uñas; la de la alcachofa me alteraba el carácter; la del doctor Atkins me producía insomnio; con la de sirope de limón se me caía el cabello.... Todo lo soporté como un mal menor con tal de bajar de peso. Vanos esfuerzos.

   Pero ayer tarde, ¡por fin!, encontré la solución. Volver a ver aquella película, que tanto me había impactado hacía tiempo, me ha cambiado la vida. En bendita hora. El personaje del soldado Johnny fue mi inspiración. Hoy ya peso ocho kilos menos, la mitad del objetivo. 

   Mañana me corto la otra pierna.



(Relato seleccionado en el Esta Noche Te Cuento. Tema: En aquella película de los 70).

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