La señora Alicia había enviudado hacía dos años. Por no poder mantener los gastos de la casa tuvo que ir a vivir con su único hijo, la nuera y sus adorados nietos.
Desde que le dieron la noticia ni una sola palabra ha salido de sus labios. Hoy, durante el trayecto en el coche, ha seguido sin decir nada. Su mirada perdida apenas distingue los hitos del paisaje, sin embargo, su mente repasa con nitidez escenas de su vida pasada.
Al entrar en la explanada del aparcamiento, su hijo se atreve a romper el acusador silencio con un ramillete de palabras que ambos saben carentes de significado alguno.
— Es lo mejor. Aquí estarás bien, mamá, ya verás. Vendré a verte siempre que pueda.
Cuando marcha brotan de sus ojos las lágrimas que su madre ha decidido no mostrar.
Al llegar a casa, con un tono parecido al de las sumisiones incondicionales, le dice a su esposa:
– Alicia, cariño, ya he dejado a mamá en la residencia.
Desde que le dieron la noticia ni una sola palabra ha salido de sus labios. Hoy, durante el trayecto en el coche, ha seguido sin decir nada. Su mirada perdida apenas distingue los hitos del paisaje, sin embargo, su mente repasa con nitidez escenas de su vida pasada.
Al entrar en la explanada del aparcamiento, su hijo se atreve a romper el acusador silencio con un ramillete de palabras que ambos saben carentes de significado alguno.
— Es lo mejor. Aquí estarás bien, mamá, ya verás. Vendré a verte siempre que pueda.
Cuando marcha brotan de sus ojos las lágrimas que su madre ha decidido no mostrar.
Al llegar a casa, con un tono parecido al de las sumisiones incondicionales, le dice a su esposa:
– Alicia, cariño, ya he dejado a mamá en la residencia.
(Relato publicado en el blog Esta Noche Te Cuento con motivo del Día del Libro 2014).
Hola Rafa, un micro que refleja sucesos de la vida real , lleno de tristeza por esa madre que estorba y ese hijo que acata los mandados de su esposa.
ResponderEliminarTriste , muy triste.
Un saludo
Puri
Varias historias en una, las penurias de la madre al enviudar, la decisión de llevarla a una residencia, la relación con la nuera, el calzonazos del hijo, ... la vida, como tú dices.
EliminarUn abrazo, Puri.