Tanto visitante inesperado le desconcertó. Y no fue lo
peor tener que compartir su cubierto, su cepillo de dientes o su piedra
higiénica, sino los equilibrios que tuvo que improvisar para que casi todos
permanecieran en los límites de su terraza. Cuando al anochecer quedó solo,
Simeón descendió los diecisiete metros de su columna y ya no volvió a subir. Después
de treinta y siete años, el estilita había descubierto su vocación por la
organización de macrofiestas.
(Relato presentado al concurso de Relatos en Cadena de la SER. Frase obligada de inicio: Tanto visitante inesperado).
Nunca es tarde si la fiesta es buena, je je.
ResponderEliminarAbrazos.
Y le sirvió para descubrir su vocación oculta.
EliminarGracias Miguel.
Tremendamente original y curioso. Humor inteligente :) . Me ha gustado mucho. Mucha suerte para la semana que viene.
ResponderEliminarLa historia y los personajes de leyenda siempre dan mucho juego. Celebro que te guste, Juan Antonio. Gracias.
EliminarTardó en descubrir su vocación, pero ya sabes que dice Miguel... Simpático tu micro Rafa. A ver la próxima como se nos presenta. Suerte.
ResponderEliminarBesicos muchos.
Sí, y muchas y macros. Esperemos que tuviera vida para resarcirse de los anteriores 37 años.
EliminarMuchos besicos, Nani.
Muy gracioso, Rafa. Me ha gustado. Un abrazo.
ResponderEliminarGenial que te guste, Luisa.
EliminarUn abrazo.
Rafa me ha gustado. Curiosa y simpática "revisión y puesta al día" para el peculiar personaje. No deja de resultar chocante esa vocación de "macrofiestista" para un anacoreta jeje...
ResponderEliminarSuerte la próxima!
;)
Mira, Pulga, igual fue el inventor y no lo sabíamos.
EliminarGracias y abrazos.
Un micro que me ha llevado a consultar sobre el personaje principal, así pues lo considero muy valioso.
ResponderEliminarFelicidades
Parece que el personaje existió. Cerca de Alepo, en Siria, pude ver los restos de una columna en la que dicen vivía Simeón, luego santo. Y la historia siempre es fuente de inspiración para inventar relatos.
EliminarGracias Asun.
De ahí a los botellones hay un paso Simeón, jeje,
ResponderEliminarPor ahí debieron empezar, en juntarse mucha gente en poco espacio, ya se sabe ...
EliminarGracias Lorenzo David.
Aprendido lo del estilita ,a mi ahora ya lo que me intriga es el cepillo de dientes, ja,ja,ja. Nunca es tarde si la fiesta es buena ;)
ResponderEliminarPues compartir la piedra higiénica también tiene su aquél, ¿no te parece Salamandra?
EliminarUn beso.
Hola, Rafa.
ResponderEliminarAhora entiendo eso que dicen de que nunca es tarde... Genial, Rafa, me ha gustado mucho.
Olé por ti.
Un besazo.
Hola Towi, enhorabuena por lo de Wonderland ( qué vergüenza recibir halagos de maestros en la escritura). Lo de Simeón debió ser una iluminación.
EliminarBesotes.
¡Anda, ya! Te agradezco la enhorabuena, pero lo que está entre paréntesis... ¡No, hijo no!
EliminarOtro beso, resalao.
Lo más difícil debió ser mantener el equilibrio (mental) de los visitantes. Original recorrido por la leyenda.
ResponderEliminarSaludos.
Pues sí, dadas las condiciones debió de ser lo más difícil.
ResponderEliminarGracias Beto.
Unas letras llenas de simpatía, me ha encantado Rafa.
ResponderEliminarLo celebro Rosa, gracias.
EliminarUn abrazo.
Viva la viesta. Donde esta Simeón para participar yo también. Ja, ja ,ja , simpatico relato. Un abrazo, Sotirios.
ResponderEliminarEste Simeón andaba por tierras Sirias subiéndose a las columnas para pensar. Supongo que en microrrelatos.
EliminarUn abrazo Sotirios.
¡Qué bueno! ¡hasta un organizador de macrofiestas! y mira que decían que la mayoría se habían camuflado en un velatorio, y resulta que el tuyo nos lleva a una terraza de lo más fiestera.
ResponderEliminarToda una sorpresa tu micro, Rafa. Originalidad al poder. Un besazo de Laura.
Esa mezcla de pasajes de las historia con elementos actuales a veces funciona.
EliminarBesazos Laura.
No es baladí encontrar la vocación aunque sea tarde le ayuda a seguir adelante. He hecho una pequeño maraton lector por tus micros y la verdad que estás últimamente "sembrao", original y muy muy divertido y quién no sepa expresar el humor está perdido. Tú rafa hace mucho que lo llevas de la mano, me gustan.
ResponderEliminarAbrazos
Una visión irónica de la vida divierte a quién la práctica y a los que la comparten.
EliminarGracias por tus comentarios, Manuel. Un abrazo.